miércoles, 14 de abril de 2010

Hoy hablamos de...



Juan Carlos Martín Ramos nació en Belmez (Córdoba), en 1959, escritor español, de formación filológica y con muchos años de experiencia como titiritero. "Titiritaina" fue el nombre de su última Compañía, de la que también formaba parte la titiritera Lurdes López. En 2003 obtuvo el Premio Lazarillo de literatura infantil, por la obra titulada Poemamundi, con poemas de métrica libre o tradicional (pero casi siempre ligera), donde el autor reflexiona sobre el paso del tiempo, la magia de la lectura y las relaciones de nuestra cultura con otras de todo el mundo. Su poemario anterior, Las palabras que se lleva el viento, obtuvo el premio Leer es Vivir del año 2002, con textos de métrica algo más tradicional pero una similar búsqueda de sencillez léxica y de planteamientos sugerentes. En 2008 publicó Érase una... y otra vez, un libro de poemas que cuentan cuentos, algunos que no se acaban y otros que añaden un nuevo final o una nueva peripecia a cuentos ya conocidos. Canciones y palabras de otro cantar (2009) es un libro donde el autor juega con el recuerdo de algunas canciones infantiles tradicionales y con algunas formas y fórmulas reconocibles (canciones, nanas, diálogos, caligramas...). Un libro, ilustrado por Rebeca Luciani, para jugar a leer.



Le cambiaron el sur de su infancia por el sur de la periferia de una gran ciudad, donde en vez de olivos centenarios crecían, por generación espontánea, inmensos bloques de hormigón y ladrillo.

Estudió Filología Hispánica en la Universidad Complutense de Madrid, donde conoció íntimamente a los poetas de todas las épocas.

Durante unos intensos y errabundos años de su vida fue titiritero, como su abuela. Así aprendió a mirar y a buscar la mirada de los demás.

Después, pasó el tiempo.

Ahora ha cambiado la ventana del teatrillo por una hoja de papel. Pero, en realidad, es la misma forma de asomarse al mundo, de contar lo que le pasa y lo que pasa a su alrededor.

Tiene ideas un poco raras. Asegura que sin lo que los títeres le han enseñado, ni escribiría lo que escribe ni, desde luego, sería la misma persona.

Tiene la teoría de que escribir poesía es una forma de abrir ventanas a una altura idónea para la mirada de los niños, de ayudarles a buscar por sí mismos el verdadero sentido de las cosas.

Pero a la vez dice que escribe para el primero que pase. "Si es un niño o una niña, mejor -ha confesado-, pero tampoco le pregunto la edad, porque esa cuestión pertenece a la vida privada de cada lector."


Fuentes: Wikipedia y Poemitas.com

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