
Hoy voy a aprovechar para homenajear a una mujer, a una señora la cual ha luchado toda su vida para sacar su negocio, familia y nietos hacia adelante, una vida llena de recuerdos, muchos de ellos tristes para recordar, pero que le han servido para seguir hacia adelante sin ningún problema y finalmente disfrutar de su jubilación con la gente que mas quiere,ella es Ana Casado, mas conocida en Belmez como " La Anita".
Llegó a Belmez, desde Espiel con su marido,Diego Pérez, a sus 20 años, en el año 1956, montó una frutería en la que estuvo ofreciendo fruta durante 24 años en la calle La Mina ( Calle Córdoba), época de la posguerra, que según ella me cuenta, intentaban vender de todo lo que se podía. Su marido, gracias a un burro y posteriormente a una mula, se dedicaba a vender frutas por las aldeas,viajando todos los días a Los Pedroches a comprar y vender patatas y demás legumbres hasta que se pudo hacer de un coche.
Por los años 80 inició la obra en la casa de por debajo de la suya, (14000 mil pesetas le costó) donde instalaría el local que sería a la postre la tienda en la cual hasta el 1999 estuvo trabajando, tienda de comestibles conocida en todo Belmez abierta las 24 horas del día, porque si la tienda estaba cerrada, se entraba por la casa...
Aparte de toda una vida trabajando, y dedicada a su marido e hijas para poder comer,y sacar a las hijas hacia adelante, ha sufrido lo que pocas mujeres han podido padecer, la muerte de una hija y de un marido en menos de 4 años, seguidamente de un yerno.Y a pesar de eso, siguió luchando para que sus tres nietos, tuvieran las mismas oportunidades que los demás niños a su edad y lo consiguió.
Hoy en día disfruta de su jubilación, de sus nietos y biznietos, y sobre todo de su huerto y de las flores, que ha sido una de las cosas que mas ilusión le sigue atrayendo.
" La yaya" como es popularmente llamada por mis hermanos, primos,por mí y por mis amigos, es un ejemplo a seguir, una constancia que nunca podré olvidar, una infancia que seguramente le quisiera regalar a mis hijos, una fuerza de voluntad inimitable, la educación de una señora que me ha servido sin duda a madurar, tanto a mí como a mi familia al estar cerca de ella,hoy 1 de Mayo, día internacional del trabajador, ésto va dedicada a ella y a todas esas personas mayores que lo dieron y siguen dando todo por lo que mas quieren, su familia.