jueves, 25 de junio de 2009

DE PROFESIÓN MAESTRO....

Después de muchos años de un trabajo intenso, de una vocación irrefutable, de una profesionalidad muy valorada y contrastada, mañana la comunidad docente de Belmez, en una comida de hermandad, y como homenaje a su trayectoria como profesor y Director del centro educativo, Instituto de Secundaria José Alcántara, en su despedida de esas aulas, donde él se forjó como Profesor y mas tarde como Director, sus compañeros quieren estar con él y con su excelente esposa Agustina, ahora que pasa a esa etapa de relax y descanso mas que merecido en su prejubilación, (aunque lo de relax lo dudo, conociéndolo como lo conozco), sé que él estará ahí arrimando el hombro en cualquier faceta que se a importante para su pueblo, ANTONIO COBOS TALAVERANO, es un icono belmezano, D. ANTONIO O CHATO, como siempre le dijimos, siempre con mucho cariño, es esa clase de persona que hace grande a los pueblos, quiero recordar y dar un paso atrás en su vida, y trasladándome a muchos años atrás, me acuerdo cuando aprobado su ingreso en la carrera de Magisterio, su destino fue esta ciudad donde vivo, Madrid, su escuela en un barrio obrero, Entrevías, ahí departió sus clases con un cariño muy especial a esos niños de población marginal, mas tarde se trasladó a Aluche, cerca donde vivía su Tía Maria Nogales y su tío Rafalito Talaverano, eran tiempos donde los Domingos lo matábamos jugando al fútbol con el SISTEMAS A.F., campeonato de Empresas, Magallones, ese fenomenal belmezano de Doña Rama, venía desde Villaverde a vernos jugar, estos tiempos eran muy duros pero muy felices, hacíamos muchos kilómetros para jugar con el Pozoblanco, que tiempos aquellos ¿verdad Antonio?, me quedé muy triste cuando una vez casado, se trasladó a ese pueblo blanco de Cádiz. Después fui de nuevo muy feliz cuado volvió a Belmez como Profesor, se vino a mi pueblo, ese que tanto queremos, y aquí ha dejado ese camino abierto, ha dejado esa impronta, de una persona excepcional, se entregó en cuerpo y alma a su docencia y al deporte local, lo compaginó muchísimo con algún cabreo de esa mujer maravillosa Agustina, le dedicó con todo su cariño horas y horas a los niños, en la enseñanza del fútbol, a cuantos a conducido en ese deporte, se le dedicó con toda justicia una placa que lleva su nombre en el Polideportivo Municipal, MERECIDISIMA Y JUSTA. Antonio Cobos Talaverano, llenaría muchas páginas amigo Agustín Navarro, él fue entrenador del Peñarroya C..F,, del Villanueva de Córdoba y de nuestro Recreativo Belmezano, en este lo dio todo como jugador y como Entrenador, sus genes los trasladó a sus hijos y ellos hicieron las delicias de su Padre, vistiendo esa añorada, importante, estimable, camiseta azul y blanca, esos colores, los lleva en el corazón, se lo gravaron a fuego lento, le inculcaron ser deportista, ser humano en el trato, ser buen belmezano y mejor persona, ahí tuvo mucha culpa su Padre y su Madre, Emilio y Anita, qué podemos decir de ellos, que no sea mas que para felicitarlos por esa buena educación que supieron transmitir a sus hijos Antonio y José, son muchos lo momentos vividos con Antonio Cobos Talaverano, desde aquellos partidos jugados juntos en el Pozoblanco y que a pesar del tiempo transcurrido todavía se acuerdan de nosotros. Sin olvidarnos de ese sentimiento por nuestro RECRE, ahora que ya estás cerca de esa retirada de esa profesión a la que has amado con todo tu corazón, decirte que me siento orgulloso de ti amigo Antonio, porque tú si eres amigo mío, tú siempre estuviste a mi lado, siempre me recibes con una sonrisa y ese abrazo que me das cuando me ves por nuestro querido pueblo, es de verdad eso amigo Antonio se siente en el corazón, si el corazón vibra, eso es bueno, y tú siempre lo consigues, Sigue así con ese cariño hacia tus paisanos, amigos y hacia tu pueblo, en esa profesión de belmezano, tú has sacado matrícula de honor.

Daniel Solano Sújar
Fuente: El Periódico de Peñarroya

2 comentarios:

paco dijo...

Me uno cordial y absolutamente al post de mi amigo DANI
Las facetas de persona íntegra y cabal, padre entregado y maestro con vocación total son sobresalientes en ANTONIO COBOS.
Cuando nos quejamos, con razón o sin ella, de algunos comportamientos juveniles tendremos que preguntarnos en dónde se encuentran los fallos-
Tal vez ahondando en la figura ejemplar de ANTONIO encontremos la solución a ello.
paco lozano rivera

Anónimo dijo...

Como ya casi todo está dicho, sólo añadir que, ya que como buen profesor siempre estarás en la memoria de tus alumnos, esperar y desear que también hayas dejado escuela entre tus compañeros y compañeras de esfuerzo e ilusión. Si es así, Belmez seguirá teniendo "maestros" esa especie en extinción que tanto hace por los hombres y mujeres del futuro. Un saludo, Antonio, y no te "jubiles" mucho que el pueblo no anda sobrado de gente con ilusión y esperanza. Mª del Carmen Cabanillas Medrano.