miércoles, 23 de marzo de 2011

Las Cinco Diferencias entre Irak y Libia.



La participación de España en la operación militar en Libia ha llevado a algunos dirigentes de la oposición, a la izquierda y la derecha del PSOE a establecer parecidos con la intervención de las tropas españolas contra el régimen de Sadam Husein en 2003 para garantizar "la paz y la seguridad", según defendía el entonces presidente del Gobierno, José María Aznar. Más allá de la intervención militar aliada, lo cierto es que entre ambas misiones se aprecian cinco diferencias notables: la decisión adoptada por la ONU, el papel de la Liga Árabe, el carácter de la intervención, los apoyos parlamentarios o la posición de la ciudadanía.

01. El papel de la ONU: Un mandato legal

El 90% rechazaba la guerra en 2003 y hubo grandes manifestaciones

La respuesta internacional a la crisis Libia se inició el pasado sábado, una vez que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó por mayoría la resolución 1.973 con la intención de poner fin a la ofensiva del régimen de Muamar Gadafi, autorizando a los estados miembros a "tomar todas las medidas necesarias" para proteger a la población así como el establecimiento de una zona de exclusión aérea. Se daban, señalan fuentes diplomáticas, "los requisitos que la UE y la OTAN habían puesto como indispensables" para la acción militar.

De una parte, la "base jurídica". De otra, "la urgencia" y "el apoyo regional", resaltan las citadas fuentes, recordando que la decisión del Consejo de la ONU se produjo a instancias de la Liga Árabe, que el pasado 12 de marzo solicitó el establecimiento de la zona de exclusión aérea. No obstante, hubo discrepancias durante la votación y en la Liga Árabe se han alzado voces críticas con la misión por las posibles bajas de civiles, entre ellas la del secretario general Amro Mussa.

El 20 de marzo de 2003, cuando se puso en marcha la operación comandada por Estados Unidos en Irak, el Consejo de Naciones Unidas había advertido de que tomaría medidas en el futuro si Irak no cooperaba, pero no hubo resolución alguna autorizando la intervención militar. La decisión adoptada por el Consejo de Seguridad en noviembre de 2002 instaba al Gobierno iraquí a facilitar a Naciones Unidas un informe sobre sus programas de desarrollo de armas químicas, biológicas y nucleares, así como abrir las puertas a los técnicos de la Comisión para la inspección, verificación y vigilancia de la ONU.

02. El congreso: Amplio consenso

El pleno del Congreso aprobó la intervención de España en la operación militar en Irak hace ocho años. Sin embargo, esta decisión contó exclusivamente con los votos favorables de los diputados del PP (183). El resto de formaciones expresó su posición contraria a la operación (164). En debates anteriores y como jefe de la oposición entonces, Zapatero rechazó "una acción preventiva", afirmando que para desarmar Irak "no era necesaria una guerra".

En la Cámara Baja, se vota hoy la convalidación de la decisión adoptada el viernes por el Ejecutivo sobre la participación de España en la operación en Libia. En esta ocasión, sin embargo, el Gobierno no se quedará solo. De los 350 diputados, sólo se espera el voto en contra de los cuatro que suman IU-ICV y BNG.

03. Los ciudadanos: Sin rechazo popular

A diferencia de 2003, cuando las calles se llenaron de manifestantes que coreaban "No a la guerra" intentando persuadir al Gobierno de que España no participase en la intervención, la misión en Libia no ha despertado resquemores entre los ciudadanos.

En octubre de 2002, el barómetro del CIS indicaba el rechazo mayoritario de los españoles a la guerra. Un 66,2% de los encuestados afirmaba rechazar la participación de España en el conflicto. En febrero de 2003, la cifra había subido al 90,8%. En cuanto al papel que debía desempeñar España, el 66,9% prefería que se mantuviese neutral. Apenas un mes antes de que comenzaseel operativo, el 15 de febrero de 2003, más de tres millones de españoles salieron en 60 ciudades a protestar.

04. Las motivaciones: Proteger a los civiles

La posible existencia de armas de destrucción masiva en Irak fue el detonante de la operación contra el régimen de Sadam Husein. El entonces presidente José María Aznar insistía en el necesario "cumplimiento de las resoluciones de las Naciones Unidas que obligan a Irak a desarmarse" para garantizar la paz y la seguridad. Pero esas armas de destrucción masiva jamás aparecieron y quedó demostrado que Estados Unidos mintió a la ONU.

Una motivación muy diferente a la que ha desencadenado la misión en Libia, que es proteger a la población civil. En medio de la oleada democratizadora del norte de África y Oriente Próximo, miles de ciudadanos libios reclamaron más libertades y derechos el pasado mes de febrero. Sus demandas fueron desoídas y acalladas violentamente por el Gobierno de Gadafi.

05. Papel del ejército: No habrá invasión

La resolución 1.973 de la ONU excluye, expresamente, que fuerzas extranjeras de ocupación entren en territorio libio. La autorización para establecer una zona de exclusión aérea sólo permite a los aliados proteger a la población por aire y mar, mediante la inspección de barcos, por si portan armas o mercenarios de apoyo a Gadafi. En 2003, las tropas de Estados Unidos entraron en Irak desde Kuwait, y permanecieron allí siete años.


Carolina Martín,periodista.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ami parecer no hay tantas diferencidas "LOS DOS GUERRES SON"

Anónimo dijo...

Gracias Juandiego por dejerme participar en tu blog......
QUE DEMOCRATA SOMOS JODER, A MI ME DARÍA VERGUENZA LUEGO PRESUMIR DE SIGLAS