Aunque para muchos el hecho ha pasado desapercibido, la pasada edición del Trofeo “Los Califas” trajo consigo la vuelta a Córdoba de un joven futbolista de la provincia, concretamente de Belmez. Pablo Mogollón Fernández, jugador del Real Madrid, que hace unos meses cambió el Puga, por Valdebebas; el Valle del Guadiato, por la Gran Vía; el rojo y negro del Séneca, por el blanco inmaculado.
Tras jugar el primer día en el Arcángel, y ver como su equipo no se clasificaba para la final, el belmezano tuvo su segunda oportunidad muy cerca de casa, en Pozoblanco, donde su equipo finalmente se alzó con la final de consolación. A estas alturas de temporada en la que nos encontramos, el resultado es lo de menos, y tal y como indicó Mogollón al término del choque “Estas semanas toca trabajar e ir cogiendo ritmo para la competición que pronto se viene encima”.
Haciendo balance de estos meses en la capital de España, Pablo matizaba que “me encuentro muy adaptado. Llegué con la temporada empezada y los compañeros me acogieron a la perfección. Si a eso le sumas que conseguí el campeonato con el Juvenil B, no se puede pedir más. Actualmente también me encuentro cómodo en el A, aprendiendo mucho de los técnicos, sobre todo de Rubén De la Red –por su trayectoria como profesional- el cual intenta transmitirnos su experiencia, conceptos tácticos, movimientos…”.
Sin lugar a dudas, la vuelta a Córdoba “ha sido especial. Jugar en El Arcángel me ha resultado muy bonito, con mucha gente conocida en la grada, y otro tanto me ocurrió en Pozoblanco”. Dura, pero no imposible, se antoja la aventura de este humilde y sencillo futbolista que dejó atrás mucho por lograr su ansiado sueño, ser futbolista. Entrenamientos y estudios conforman el día a día de un joven que, a buen seguro, dará mucho que hablar.
Fuente:Minuto90
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